El término pH se ve con cotidianidad en diversos productos, especialmente en los de higiene personal como jabones, perfumes y detergente, ¿Actualmente ciertos alimentos y bebidas informan su pH como es el caso de las aguas alcalinas, pero que tanto conocemos sobre este término cuanto influye en nuestras vidas? ¡Estas son tan solo unas de las interrogantes que resolveremos en el siguiente artículo, empecemos!

 PH

 Se define como medida de acidez o alcalinidad de una sustancia, esto se obtiene a través de la medicación de los potenciales de hidrogeniones, que no son más que iones de hidrógeno con carga positiva, esto significa que a mayor concentración de cargas positivas en los iones de hidrógeno más ácida será la solución, si por el contrario hay ausencia de cargas positivas o estas tienen poca actividad la sustancia es considerada alcalina.

 Valores del pH

 Para su medición se apoyan en una escala bastante simple que va del desde el numero 1 al 14, siendo 1 lo más ácido, 14 lo más alcalino y el número 7 al ser el punto medio es considerado el pH neutro.

pH del agua

Medir el pH del agua es uno de los principales pasos en su tratamiento para posterior consumo, en líneas generales el pH del agua superficial es decir ríos, lagos, manantiales va de 6.5 a 8.5.

El agua con un pH inferior a 6.5 se considera corrosiva y por lo tanto dañina, un agua con estas características ocasionan daño a las tuberías, produciendo óxido en estas y alterando a su vez la coloración del agua, tornándose un poco amarillenta, además de ellos produce manchas en la ropa y griferías en su uso doméstico, y está contraindicada su consumo ya que además de todo  lo anterior, puede producir el arrastre de metales pesados como plomo, mercurio y cobre,  todo eso ocurre por tener un pH ácido.

El agua alcalina por el contrario no representa mayores riesgos para salud, sin embargo, si posee ciertas características que no son del todo agradables para muchos como su sabor levemente salado en algunas marcas dependiendo el proceso de filtración que puede alterar el sabor de comidas como el café, por ejemplo.

El pH del agua además de ser importante para saber si es apta para el consumo, permite conocer también la proliferación de determinadas bacterias y parásitos que tienen ciertas preferencias por determinados niveles de pH, a nivel de las políticas de salud públicas en el manejo y prevención de enfermedades las características generales del agua son muy importantes.

El pH y el Cuerpo

Así como cualquier sustancia el cuerpo humano posee un pH específico según sus diferentes compartimientos, esto es vital para la supervivencia porque la actividad metabólica de las células que componen el organismo es altamente específicas por lo que una variación en el pH altera en gran medida su funcionamiento.

Según los grandes compartimientos y sistemas del cuerpo el pH varió, de la siguiente manera:

Sangre: A nivel sanguíneo el pH normal va de 7,35 a 7,45 lo que podría considerarse como neutro o con una tendencia ligera a la alcalinización, la elevación de este valor representa un estado denominado acidosis y cuando es inferior se trata de una alcalosis, en ambos casos estas pueden ocurrir por dos mecanismos: Metabólicos o Respiratorios; en cualquiera de los casos representan un estado patológico que amerita tratamiento médico.

Sistema Digestivo: Los jugos gástricos tienen un pH ácido bastante alto, de 1,5 aproximadamente, esto tiene su explicación:

Permite el desdoblamiento y descomposición de los macronutrientes: Carbohidratos, proteínas y grasas para facilitar su absorción a lo largo del tracto gastrointestinal

Evita la proliferación bacteriana ya que la mayoría de las bacterias no resisten ese ambiente tan ácido.

Piel: tiene un pH aproximado de 5, 5 esto le permite mantenernos protegidos de las agresiones externas, pero a su vez facilita la excreción de sustancias mediante la transpiración, como se mencionó anteriormente el pH especifico de que cada sistema corporal es indispensable para que se mantenga en equilibrio, su alteración ya sea por aumento o disminución contribuye al desarrollo de enfermedades.

Sistemas de equilibrio del pH

El pH resulta ser muy importante para la vida, en términos más específicos es indispensable, por lo tanto, el cuerpo cuenta con sistemas fisiológicos que se encargan de mantenerlo en los niveles adecuados, esto se logra mediante sistemas amortiguadores o tampones.

Pulmones:  Equilibran el pH mediante el intercambio gaseoso en los alveolos, esto ocurre gracias a la acción del bicarbonato sobre los iones H+, desdoblándolos en Dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O), esto sucede durante la respiración.

Cuando los pulmones se ven comprometidos ya sea de forma directa o indirecta, el proceso de balance del pH se verá afectado produciéndose una alcalosis o acidosis según sea el caso, que en un principio puede ser compensada con mecanismos de reserva, pero posteriormente no y es cuando aparecen las complicaciones y emergencias médicas.

Riñones: Si de sistemas y equilibrios metabólicos se trata, los riñones son los protagonistas, al igual que pulmones cumplen una función amortiguadora, mediante la excreción de sustancias, cuando estas pasan a través de los túbulos renales, hay un intercambio iónico de H+ donde el amonio (NH4) es reducido a amoniaco (NH3) y excretado a través de la urea, esto es lo que fisiológicamente ocurre cada día.

Ante situaciones que superan los mecanismos fisiológicos estabilizadores el cuerpo hace uso de métodos de reserva como los minerales de tendencia alcalina como magnesio, calcio etc. y de esta manera poder estabilizar los valores de pH.

Conocer acerca del pH y sus implicaciones para la vida, va más allá de estar destinado a los expertos de la salud, en la medida que conozcas como funciona tu cuerpo y los factores que pueden alterarse con cosas tan sencillas como el agua o la alimentación, tomarán las precauciones adecuadas para evitarlo.

El pH el fácilmente alterable por diversos mecanismos, sin embargo, la causa más frecuente suele ser una dieta inadecuada, las recomendaciones van dirigidas a apostar por una alimentación más natural y balanceada y por fuentes de agua adecuadas para el consumo humano, debidamente certificadas por las autoridades competentes.