La grasa acumulada es el resultado de una dieta inadecuada y de hábitos de vida poco saludables como el sedentarismo, consumo excesivo de alcohol y cigarrillos, el estrés y algunos factores genéticos también desempeñan un rol importante.

El control de peso va más allá de la apariencia física, debido a que la obesidad figura como factor de riesgo para el desarrollo de graves enfermedades crónicas como diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemias, hígado graso, entre otras.

1- Consume agua Alcalina

El nivel de acidez del cuerpo humano se mide mediante el pH, el valor ideal es de 7.4 sin embargo la alimentación y el medio ambiente pueden modificar este valor, con un pH por debajo de 7.3 el organismo se torna ácido y las enzimas y células no pueden funcionar correctamente en medios ácidos por lo que el organismo hace uso de mecanismos protectores tales como incrementar las células grasas, estas ayudan a proteger los órganos vitales de la acción de los ácidos pero también se traducen en un aumento en el peso

La alimentación moderna está repleta de alimentos que ayudan a incrementar la acidez del organismo, entre estos están las carnes rojas, granos, el café, bebidas azucaradas como los refrescos y jugos.

Agua Alcalina para la pérdida de grasa

El agua alcalina debe sus propiedades a su contenido de minerales, estos favorecen no sólo a la neutralización de la acidez sino también ayuda a disminuir la producción de los radicales libres.

Mejora los procesos metabólicos porque al reducir la formación de grasa también se disminuye la secreción de hormonas involucradas en el estrés biológico como el cortisol.

2- Bebe menos alcohol

El alcohol contiene una cantidad muy alta de calorías «vacías», porque no tienen ningún valor nutricional. Los procesos hormonales en las mujeres hacen que la grasa creada por el exceso de calorías se acumule en las caderas, muslos y brazos, mientras que en los hombres se almacena a nivel abdominal.

Durante el proceso de perdida de grasa es indispensable que límites al mínimo el consumo de alcohol o que prescindas de él, al menos durante el inicio del proceso ya que durante el período de mantenimiento si puedes beber hasta 2 tragos.

3- Ingiere una dieta alta en proteínas

Uno de los grandes potenciadores de la pérdida de grasa son las proteínas, estás son el combustible de la masa muscular, lo que sucede es que el músculo requiere de una alta tasa energética para su mantenimiento y funcionamiento, es por eso que todo plan de perdida de grasa debe ir de la mano de un entrenamiento físico donde se impulse el crecimiento muscular

Además, el consumo de proteínas promueve la saciedad y con esto puedes controlar la ansiedad y los atracones de comida. Las fuentes de proteínas son de origen animal y vegetal, elige alimentos magros e intenta incorporar una porción de proteína en las 3 grandes comidas (desayuno, almuerzo y cena).

4- Reduce tus niveles de estrés

El estrés hace que tu cuerpo gane grasa porque desencadena la liberación de cortisol, que a su vez aumenta tu apetito y ralentiza la perdida de grasa almacenada.

¿Cómo se alivia el estrés? Lo ideal es reducir el trabajo especialmente el que llevas a casa, dedicar tiempo a practicar actividades que te gusten como manualidades, lectura entre otras, realizar actividades como yoga, Tai chi y meditación han demostrado ser muy eficaces para la reducción del estrés.

5- Reduce el consumo de alimentos refinados y azucarados

Los azucares son carbohidratos simples y los añadidos en los alimentos procesados son azúcares refinados, lo que sucede con ellos es son altamente calóricos, con poco poder saciante y nutricional, estos tienden a estimular la síntesis de grasas y elevar la glicemia. Lo ideal es que consumas carbohidratos complejos como batatas y granos integrales, en cuanto los endulzantes utiliza aquellos de origen natural como la stevia y la miel.

6- Realizar entrenamiento de resistencia

Todos saben que el ejercicio regular es necesario para perder peso; Sin embargo, no todos saben que el entrenamiento de resistencia es una de las mejores formas de hacerlo.

El entrenamiento de resistencia, también conocido como levantamiento de pesas o entrenamiento de fuerza, es importante para mejorar y mantener la masa muscular. También ayuda a aumentar nuestro metabolismo activo, lo que significa que tu cuerpo quema grasa incluso después de haber dejado el gimnasio.

7- El descanso es vital

El sueño es uno de los aspectos más importantes para tu salud y bienestar en general, especialmente cuando se trata de controlar el peso. Entre el período de vigilia y el sueño ocurre la liberación de hormonas, cuando los tiempos entre estos dos estados son alterados la liberación hormonal se ve afectada, no ocurre la liberación adecuada de estrógenos, cortisol, hormona de crecimiento y esto favorece a la producción y acumulación de grasa.

8- Aumenta el consumo de pescado

Los ácidos grasos Omega 3 son alabados con cualidades tan atractivas como retrasar el envejecimiento y combatir las enfermedades degenerativas. Sin embargo, comer pescado también es excelente para perder peso (cuando se acompaña de una dieta equilibrada y ejercicio regular, por supuesto). Los alimentos como la caballa y el arenque son ricos en proteínas y ‘grasas buenas’ que ayudan a descomponer algunas de las grasas más peligrosas en tu cuerpo. Intenta comer pescado dos o tres veces por semana.

9- Reemplaza el consumo de grasas no saludables

Evita el uso de margarinas, aceites de freír y alimentos embutidos. En su lugar opta por consumir aceite de oliva y aguacate, en porciones pequeñas. Para los alimentos tradicionalmente fritos prepáralos horneados o en freidora de aire. Las grasas saludables estimulan el metabolismo y son buenas para el sistema cardiovascular

10- Come mucha fibra soluble

La fibra soluble es ideal para ayudar a perder peso porque forma un gel con los alimentos en tu tracto digestivo, ralentizándolo a medida que pasa. Este tipo de fibra te ayuda a perder peso porque te sientes más lleno por más tiempo, lo que significa que naturalmente comes menos.

Excelentes alimentos para comer para aumentar su consumo de fibra soluble incluyen aguacates, legumbres y moras.